28/1/11

La del espejo…




Las lágrimas llegan a traspasar el vitral de aquel espejo tan enorme que hay entre mi mundo y el de ella.
En ocasiones puedo llegar a tocar lo que entiendo que ella tiene como sentimientos; no siempre son sólidos, algunos de ellos se difuminan con el tiempo, quizá con las horas se desvanecen entre los dedos, los de ella y los míos.
Muchas veces, esos sentimientos pasan a ser razones de vida… que se convierten en agonía, y estos sí pasan por un largo proceso en todo su cuerpo.
Cuando la toco, puedo sentir su agonía, su dulzura, su antipatía, su delicadeza, su parte más noble, y sobre todo… su parte de niña…
Cuando ella se va, cuando camina hacia su mundo, allá en donde se supone que estudia y hace lo que siempre hace, puedo verla que se va feliz… diciéndome adiós a lo lejano, su sonrisa es… plácida, casi hasta llega a tranquilizar el nerviosismo que hay en mí.
Aquella chica que hay detrás del espejo, se va… la veo caminar hasta que se pierde entre camino lejano… lejano… pienso entonces que quizá, cuando regrese, esté de nuevo feliz y me comparta todo aquello que vivió durante el día; debo decir que no me gusta tocar el Espejo cuando ella no está, porqué no hay nada del otro lado que me llame la atención si no está ella -además una vez ya lo intenté y me deprimí-; así que pienso, cuando llegue, me sentaré y escucharé tan atentamente que ella se sorprenderá de la atención que le pongo, y entonces de esa forma sonreirá y mi otro lado del espejo brillará…
Pero cuando ella llega, me encuentro con la sorpresa de que no está radiante, y la sonrisa que tenía cuando se fue a desaparecido, ella tiene un toque tan espacial de hacer mi mundo temblar cuando llega y toca el espejo en señal de que me habla, pero cuando lo toca hace que su estado de ánimo se convierta en el clima que hay detrás de su mundo - en mi mundo-.
Es así entonces, como comienza a llover tan… tan deprimentemente… que no se bien que hacer… si intentar salir a ver que hay más allá de la parte de mi espejo, o quedarme… quedarme y escucharla…
Pero ella me habla, me habla gimoteando -¿dónde estás? ¿dónde estás? Te necesito- Entre sollozos y lamentos, acudo a su llamado… quizá no sea tan bueno después de todo salir; ella me necesita, y yo la necesito a ella.
Comienza ha hablar… y ha hablar… y llora, no pierde la ilación de su historia, pero me duele tanto que llore, no comprendo su llanto, habla de un chico, y luego de otro, y habla de alguna chica, y otra chica, yo pienso -¿que le sucede?, ¿podrá ser tan malo su mundo que la haga llorar casi a diario?-
Toco un poco el espejo… sus lágrimas comienzan a parar, pero sigue llorando, baja la mirada… intento tocarla ¡INTENTO TOCARLA! ¡QUIERO PODER TOCARLA! DECIRLE QUE ESTARÁ TODO BIEN!
Ella me ve; me ve y suelta una pequeña pero solo pequeña risa… parece que la he hecho sentir mejor; de mi lado del espejo, comienza de nueva cuenta a dejar de llover, me parece que estará mejor; me alegra… me alegra…
Ya un poco más por la noche… se sienta en forma de meditación, me ve… con esos ojos tan enormes que tiene, de color café,- un café que yo siempre le he dicho que me recuerda a la tierra mojada, y ella dice que mis ojos azules, le recuerdan a cuando los días son tan bellos, que puede encontrarle forma a las nubes-. Me ve, y después ve la noche… tan obscura, y con tantas estrellas…; siempre que la vemos, podemos ver el alma de algunas personas que pasan junto a nosotros, aunque a decir verdad ya no hay demasiada que sean tan limpias y puras que conserven un espejo como el de nosotros; este vitral que no divide… porque ahora que tú me estás leyendo, lees el alma de la persona que está escribiendo, y de quien te conté… es del ser humano que recubre la vida de una forma "superficial" en aquel mundo donde se respira… aire.
Quizá, pero solo quizá entonces creas... que la del espejo… entonces si… si existe…


1 comentario:

  1. °_° ala estas palabras me agradan por lo diferentes que son del resto, he leido varios parrafos que hablan de espejos pero ninguno como este

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