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Ojalá pudiera conocer tu verdadera identidad un día,pero sería engañar a la persona que tienes dentro.

No se quien eres, no se si la penumbra cubre tu cuerpo y alimenta tus entrañas.

No se de dónde perteneces y a dónde es que te diriges.

No se por que hablando de esa forma enveleces el alma y adormeces mis sentidos.

No eres algo que pueda tocar, pero si algo que pueda imaginar.

Algo existencial, pero permanente en el mundo mortal.

Eres lo ajeno por el día, pero de mi pertenencia por las madrugadas.

Me hago cargo de tu lírica, y tu te haces cargo de mi prosa.

Eres el complemento en mi noche de desvelo, llegas a ser la diversión en un día de aburrición.

No se que haces por las mañanas ni si tus tardes llegan a ser divertidas.

Pero se que al llegar la madrugada, nos encontraremos...

Conversaremos y huiremos de la realidad para tejer telarañas de fantasía que entre tu lírica y mi prosa harán de la noche alegría.

Mentir no será la opción para huir, pero será la opción para seguir.

Trovador de realidad, no me dejes a la mitad de la penumbra y dislumbremos la fantasía, para huir de la realidad en un acto de desenfrenado... que no se a donde nos llevará.

...

Es una forma de comunicación, no se bien desde cuando fué que comencé a usarla.

Es eso que siempre dejas a medias...

Es eso que nunca dices completo...

Son tus frases sin terminar, y son el inicio y el final de una conversación por siempre.

Por que a pesar de que quieres gritar, te retienes a no decir nada, a suspirar y con miradas subyacentes desnudar el alma de la persona que quieres, de la persona que tienes en frente.

Y sin decir nada... solo miras, y unas esa técnica tan dominada que tienes tu.

La mirada que desnuda el alma, dejando ver aquello que se quiere y desea en realidad.

Pero no es todo lo que haces.

Es que, dejas ver tu interés por la persona, pero no atañes las posibilidades de contacto verbal.

Por que estas sujeto a un estereotipo de no hablar más de lo que puedes.

No es la forma en la que miras, por que te engañaría al decirte que lo es.

Pero es la calidés de las pocas palabras que cruzamos, lo que me hace darme cuenta de lo que tú eres en el fondo, sin vestimentas y sin personas añejadas a tu persona que te hacen remodelarte.

Son las frases que no dices son (...) los puntos suspensivos en el aire, que vuelan con cada movimiento de tu cuerpo, y que se dispersan en forma de duda, en forma de un par de signos de interrogación...

Debo de decir, que es una mala forma de comunicación, pues pese a todo lo que sucede alrededor, es fácil decifrar el silencio, pero no lo es decifrar esos (...) puntos suspensivos que cada vez que estoy contigo respiro.

Es una conversación incompleta, es la falta de comunicación, por que aunque yo quiero decir algo, ese algo se desvanece con tu mirada tan espectante y distante, que me hace solo acurrucame en tu hombro, y solo hacer que tú de alguna u otra forma, puedas sentir mi respiración y así por lo menos, disipar un poco de esos puntos suspensivos que hieren mi alma.