No se quien eres, no se si la penumbra cubre tu cuerpo y alimenta tus entrañas.
No se de dónde perteneces y a dónde es que te diriges.
No se por que hablando de esa forma enveleces el alma y adormeces mis sentidos.
No eres algo que pueda tocar, pero si algo que pueda imaginar.
Algo existencial, pero permanente en el mundo mortal.
Eres lo ajeno por el día, pero de mi pertenencia por las madrugadas.
Me hago cargo de tu lírica, y tu te haces cargo de mi prosa.
Eres el complemento en mi noche de desvelo, llegas a ser la diversión en un día de aburrición.
No se que haces por las mañanas ni si tus tardes llegan a ser divertidas.
Pero se que al llegar la madrugada, nos encontraremos...
Conversaremos y huiremos de la realidad para tejer telarañas de fantasía que entre tu lírica y mi prosa harán de la noche alegría.
Mentir no será la opción para huir, pero será la opción para seguir.
Trovador de realidad, no me dejes a la mitad de la penumbra y dislumbremos la fantasía, para huir de la realidad en un acto de desenfrenado... que no se a donde nos llevará.
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